"No desespereis, vosotros que soleis pecar, sino que, segun mi ejemplo, restaurad vuestra relacion con Dios"
En la Basilica de Vezelay, Francia, sitio que en la Edad Media fuera lugar de peregrinaje dedicado a Maria Magdalena por que se presume se encuentra sepulatada la "disipulo que entendio el mensaje de Jesus" encontramos las siguientes palabras:
"Bendita Maria Magdalena,
tu, que fuiste redimida de siete demonios,
ora por nosotros a Jesus, el Señor, para que nos libere
de los que nos tiene encadenados, lejos de el,
la fuente de amor y perdon.
Tu que elegistela mejor parte
escuchando la palabra de Dios,
para que su palabra nos libere de mentiras y tinieblas.
Tu que fuiste elegida para ser la primera testigo
de Jesucristo, liberado de las cadenas de la muerte,
ora por nosotros a Jesus, el Señor, para que vivamos en abundancia
del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo."
Mucho se ha dicho sobre Myriam de Magdala a lo largo de un poquito mas de dos mil años de historia del Cristianismo. Fue conocida como la pecadora arrepentida, la adultera, la prostituta penitente de largos cabellos y lagrimas eternas, la joven que "elegio lamejor parte" de Jesus, la mujer del frasco de alabastro que ungio al Maestro en Betania, a la que se le perdonaron sus muchos pecados porque mostro mucho amor, un amor tan inmenso que la hizo seguir a Jesus en cada uno de sus pasos, un amor que la hizo acompañarlo al pie de la Cruz cuando todos huyeron y la primera entre todos en ver a Jesus resucitado, resurreccion que anuncia un Angel a Maria Magdalena, quien sin miedo anuncio sin miedo que Jesus estaba vivo. La figura de Myriam de Magdala se pierde de vista entre todas las mujeres y su genuina importancia queda quizas diluida y confundida.
¿Quien fue Myriam de Magdala?
Pero lo más grande de su vida fue el gran regalo de amor que Dios la hizo a ella, como regalo a un amor tan fiel y entregado. La hizo testigo de la resurrección y anunciadora de ésta a sus hermanos en la fe:
“[10] El primer día después del sábado, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, y vio que la piedra que cerraba la entrada del sepulcro había sido removida. [2] Fue corriendo en busca de Simón Pedro y del otro discípulo a quien Jesús amaba y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.» [11] María se quedaba llorando fuera, junto al sepulcro. Mientras lloraba se inclinó para mirar dentro [12] y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y el otro a los pies. [13] Le dijeron: «Mujer, ¿por qué lloras?» Les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.»
[14] Dicho esto, se dio vuelta y vio a Jesús allí, de pie, pero no sabía que era Jesús. [15] Jesús le dijo: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella creyó que era el cuidador del huerto y le contestó: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo me lo llevaré.»
[16] Jesús le dijo: «María». Ella se dio la vuelta y le dijo: «Rabboní», que quiere decir «Maestro». [17] Jesús le dijo: «Suéltame, pues aún no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre, que es Padre vuestro; a mi Dios, que es vuestro Dios. »
[18] María Magdalena se fue y dijo a los discípulos: «He visto al Señor y me ha dicho esto. »”. Jn 20,1-18
EVANGELIO DE MARÍA MAGDALENA
(Fragmento griego)
«... lo restante del camino, de la medida justa, del tiempo, del siglo, descanso en silencio». Dicho que hubo esto, María calló, como si el Salvador le hubiera hablado (solamente) hasta aquí. Entonces dice Andrés: «Hermanos, qué os parece de lo dicho? Porque yo, de mi parte, no creo que haya hablado esto el Salvador, pues parecía no estar de acuerdo con su pensamiento». Pedro dice: «¿Pero es que, preguntado el Señor por estas cuestiones, iba a hablar a una mujer ocultamente y en secreto para que todos (la) escucháramos? ¿Acaso iba a querer presentarla como más digna que nosotros?»
[Laguna]
...del Salvador?». Leví dice a Pedro: «Siempre tienes la cólera a tu lado, y ahora mismo discutes con la mujer enfrentándote con ella. Si el Salvador la ha juzgado digna, ¿quién eres tú para despreciarla? De todas maneras, Él, al verla, la ha amado din duda. Avergoncémonos más bien, y, revestidos del hombre perfecto, cumplamos aquello que nos fue mandado. Prediquemos el evangelio sin restringir ni legislar, (sino) como dijo el Salvador». Terminado que hubo Leví estas palabras, se marchó y se puso a predicar el evangelio según María.
Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC
EVANGELIO DE MARÍA
(Fragmento copto berolinense)
[Faltan las páginas 1-6].
La materia y el mundo
7 [...] entonces, ¿será destruida o no la materia? El Salvador dijo: «Todas las naturalezas, todas las producciones y todas las criaturas se hallan implicadas entre sí, y se disolverán otra vez en su propia raíz, pues la naturaleza de la materia se disuelve en lo que pertenece únicamente a su naturaleza.Quién tenga oídos para escuchar, que escuche.
La materia y el pecado
Pedro le dijo: «Puesto que nos lo has explicado todo, explícanos también esto: ¿cuál es el pecado del mundo?». El Salvador dijo: «No hay pecado, sin embargo vosotros cometéis pecado cuando practicáis las obras de la naturaleza del adulterio denominada «pecado». Por esto el bien vino entre vosotros, hacia lo que es propio de toda naturaleza, para restaurarla en su raíz».
Prosiguió todavía y dijo: «Por esto enfermáis y morís, puesto que 8 [practicáis lo que os extravía. Que quien pueda comprender] comprenda. [La materia engendró] una pasión carente de la semejanza, puesto que procedió de un acto contra natura. Entonces se produce un trastorno en todo el cuerpo. Por esto os dije: Estad en armonía (con la naturaleza), y si no estáis en armonía, sí que estáis en armonía ante las diversas semejanzas de la naturaleza. Quien tenga oídos para escuchar, que escuche».
Últimos preceptos
Después de decir todo esto, el Bienaventurado se despidió de todos ellos diciendo: «La paz sea con vosotros, que mi paz surja entre vosotros. Vigilad para que nadie os extravíe diciendo: «Helo aquí, belo aquí», pues el hijo del hombre está dentro de vosotros; seguidlo. Los que lo busquen lo hallarán. Id y proclamad el evangelio del reino. No 9 impongáis más preceptos que los que yo he establecido para vosotros, y no deis ninguna ley, como el legislador, para que no seáis atenazados por ella».
Dicho esto, partió.
Ellos, sin embargo, estaban entristecidos y lloraban amargamente diciendo: «¿Cómo iremos hacia los gentiles y predicaremos el evangelio del reino del hijo del hombre? Si no han tenido con él ninguna consideración, ¿cómo la tendrán con nosotros?».
Entonces Mariam se levantó, los saludó a todos y dijo a sus hermanos: «No lloréis y no os entristezcáis; no vaciléis más, pues su gracia descenderá sobre todos vosotros y os protegerá. Antes bien, alabemos su grandeza, pues nos ha preparado y nos ha hecho hombres». Dicho esto, Mariam convirtió sus corazones al bien y comenzaron a comentar las palabras del [Salvador].
10 Pedro dijo: «Mariam, hermana, nosotros sabemos que el Salvador te apreciaba más que a las demás mujeres. Danos cuenta de las palabras del Salvador que recuerdes, que tú conoces y nosotros no, que nosotros no hemos escuchado». Mariam respondió diciendo: «Lo que está escondido para vosotros os lo anunciare». Entonces comenzó el siguiente relato:
«Yo —dijo— vi al Señor en una visión y le dije: «Señor, hoy te he visto en una visión». Él respondió y me dijo: «Bienaventurada eres, pues no te has turbado al Verme, pues allí donde está el Intelecto, allí está el tesoro». Yo le dije: «Señor, ahora, el que ve la visión ¿la ve en alma o en espíritu?». El Salvador respondió y dijo: «No la ve ni en alma ni en espíritu, sino que es el Intelecto que se halla en medio de ellos el que ve la visión, y él es el que [...]».
[Laguna: faltan las páginas 11-14].
La ascensión del alma
15 [...] a él, y la Concupiscencia dijo: «No te he visto bajar y ahora te veo subir. ¿Por qué mientes, si me perteneces?». El alma respondió diciendo: «Yo te he visto, pero tú no me has visto ni me has reconocido. Por la vestimenta, que era tuya, y no me reconociste». Una vez dicho esto, (el alma) se apartó con gran alegría y seguidamente cayó en manos de la tercera potestad, la llamada Ignorancia. Esta interrogó al alma diciendo: «¿A dónde vas? En maldad estás atenazada; puesto que estás dominada, no juzgues». El alma dijo: «¿Por qué me juzgas tú a mí, si yo no te he juzgado? Yo he sido dominada, pero no he dominado. No he sido reconocida, pero be sabido que el universo está siendo disuelto, tanto en las cosas terrenales 16 como en las cosas celestiales».
Una vez el alma hubo sobrepasado la tercera potestad, continuó ascendiendo y divisó la cuarta potestad, la de siete formas. La primera forma es la tiniebla; la segunda, la concupiscencia; la tercera, la ignorancia; la cuarta, la envidia de muerte; la quinta, el reino de la carne; la sexta, la loca inteligencia de la carne; la séptima, la sabiduría irascible. Estas son las siete potestades de la ira, las cuales preguntan al alma: «¿De dónde vienes, homicida? ¿A dónde vas, dueña del espacio?». El alma respondió diciendo: «Lo que me ata ha sido matado y lo que me atenaza ha sido aniquilado, y mi concupiscencia se ha disipado y mi ignorancia ha perecido. A un mundo he sido precipitada 17 desde un mundo, y a una imagen desde una imagen celestial. La ligadura del olvido dura un instante. En adelante alcanzaré el reposo del tiempo (kairós), del tiempo (chrónos), (el reposo) de la eternidad, en silencio».
"María Magdalena reveladora de Jesús"
Después de decir todo esto, Mariam permaneció en silencio, dado que el Salvador había hablado con ella hasta aquí. Entonces, Andrés habló y dijo a los hermanos: «Decid lo que os parece acerca de lo que ha dicho. Yo, por mi parte, no creo que el Salvador haya dicho estas cosas. Estas doctrinas son bien extrañas». Pedro respondió hablando de los mismos temas y les interrogó acerca del Salvador: «¿Ha hablado con una mujer sin que lo sepamos, y no manifiestamente, de modo que todos debamos volvernos y escucharla? ¿Es que la ha preferido a nosotros. 18 Entonces Mariam se echó a llorar y dijo a Pedro: «Pedro, hermano mío, ¿qué piensas? ¿Supones acaso que yo he reflexionado estas cosas por mí misma o que miento respecto al Salvador?
Entonces Leví habló y dijo a Pedro: «Pedro, siempre fuiste impulsivo. Ahora te veo ejercitándote contra una mujer como si fuera un adversario. Sin embargo, si el Salvador la hizo digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Bien cierto es que el Salvador la conoce perfectamente; por esto la amó más que a nosotros. Más bien, pues, avergoncémonos y revistámonos del hombre perfecto, partamos tal como nos lo ordenó y prediquemos el evangelio, sin establecer otro precepto ni otra ley fuera de lo que dijo el Salvador».
Luego que 19 [Leví hubo dicho estas palabras], se pusieron en camino para anunciar y predicar.
y en un modelo de un modelo que esta en el cielo.
Y de la cadena del olvido que es pasajera"
(Evangelio de Maria, 16,21-17,4)
Tambien en el evangelio de Felipe se señala que Myriam de Magdala fue llamada la compañera de Jesus. Junto con Maria, la madre de Jesus y su hermana, ella estaba siempre con el.
"El Salvador amaba a Maria Magdalena mas que a todos los discipulos y solia besarla en la boca"
(Evangelio de Felipe 63,34-35)
No debemos entender "beso" en el sentido sexual, sino en el sentido espiritual. La gracia que intercambian los que se besan, los hace renacer. Esto ya aparece descrito antes en el Evangelio:
"Si los hijos de Adan son numerosos, aunque mueran, cuanto mas los hijos del hombre perfecto, que no muere sino que continuamente nace de nuevo(...) Se nutren de la promesa del lugar celeste. La promesa viene de la boca y se volvio perfecta. Con un beso los perfectos conciben y dan a luz. Debido a esto nos besamos unos a otros. Somos fecundados de la gracia que hallamos los unos en los otros"
(Evangelio de Felipe 58,20-59)
Myriam de Magdala es fecundada por la gracia que hay en Cristo. Acoger su gracia la hace nacer de nuevo.
"La cadena del olvido es pasajera"
(Evangelio de Maria)
"Maria, Maria, reconoceme, no me retengas.
Enjuaga tus lagrimas y sabe que soy tu Maestro (...)
Deja de lado tu tristeza y hazme este servicio:
Se una mensajera para las almas errantes (...)
emplea toda tu habilidad hasta que hayas conducido las ovejas al Pastor."
"Rabi, Maestro mio, cumplire tus mandamientos,
con la alegria de todo mi corazon.
A el no dare descanso,
ni concedere el sueño a mis ojos,
a mis pies no dare reposo,
hasta no haber reunido
las ovejas en el redil"
Alabada sea Maria porque escucho a su Maestro y cumplio su mandamiento con alegria de corazon.
(Salmo de Eraclides 1,2-5.22-23-30-32)
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