SULLY PRUDHOMME, UN POETA SAGRADO
René François Armand Prudhomme, poeta francés de la escuela parnasiana galardonado con el premio Nobel de Literatura. Nació en París y estudió Ingeniería, Leyes y Filosofía. Sus primeros poemas, como Estancias y poemas (1865), Los destinos (1872) y Los vanos afectos (1875), son de carácter lírico y melancólico. Su obra posterior es parnasiana por su búsqueda antirromántica de la estética, la expresión objetiva o la verdad filosófica. La justicia (1878) y La dicha (1888) se consideran obras maestras de sutileza analítica. En 1881 fue elegido miembro de la Academia Francesa y en 1901 recibió el primer Premio Nobel de Literatura.
POEMAS (Mis preferidos)
"EL IDEAL"
Hay Luna llena. El cielo aparece sembrado de astros sobre la tierra livida. El alma del mundo se cierne en el aire. Yo, sueño con la estrella suprema,
en aquella que no podemos divisar, pero cuya luz esta en camino y ha de llegar a la tierra para encantar la mirada en una edad futura.
!Ultimos seres de la raza humana! ! Cuando llegue el dia en que brille esa estrella, la mas bella de todas y la mas remota, decidle que mi amor fue para ella!
"EXTRANJERO"
Aveces me pregunto ¿de que raza eres tu?, tu corazon no encuentra nada que lo encadene ni lo encante, tu pensamiento y tus sentidos no encuentran nada que llegue a satisfacerlos.
Diriase que se te debe una felicidad infinita.
Y sin embargo, ¿Que paraiso es el que tu has perdido? ¿Cual es la augusta causa que serviste? ¿En que consisten tu propia belleza y tu propia virtud para que no encuentres en la Tierra mas que fealdad y vicios?
Mis divinos hastios, mi vaga nostalgia de un cielo imaginado por mi, deben tener un origen. Yo lo busco en vano en mi corazon de cieno.
Y, asombrado yo mismo por el dolor que expreso, oigo llorar dentro de mi a un sublime extranjero que me ha ocultado siempre su nombre y su patria.
"SURSUM CORDA"
Oh naturaleza! Si todos los astros, engañando la mano que los conduce, chocasen entre si por azar y se deshiciesen en la noche,
O si esos focos grandes y pequeños, devorados lentamente por la sombra desapareciesen de repente como una flota que hunde,
tu podrias repoblar el abismoy encender un nuevo firmamento
mas suntuoso y sublime valiendose solo de la tierra,
pues para devolver al infinito todas sus luminarias te bastaria con sacudir la ceniza humana que dormita en el fondo de las tumbas.
La ceniza de innumerables corazones sepultados, pero ardientes aun, en lo que persisten amores inmortales,
inalterables en la muerte.
Bajo la tierra, cuyas entrañas absorben los corazones muertos, !Cuantos tesoros de ardor amontonados en seis mil años de duelos!.
!Cuantos rayos invisibles duermen en la sombra del sepulcro!
!Que semilla sideral en el polvo de las pasiones!
Si!, Aunque perezcan los viejos soles bajo la boveda infinita, con los relampagos del genio haras tu mediodias como los suyos!.
Haras noches enchidas de diamantes, dandoles por nebulosas todos los sueños de los corazones enamorados.
Las solitarias estrellas diseminadas por el azul sombrio, las haras de los corazones austeros en que vela un fuego inextingible y profundo,
y ese blanco camino que parece un arroyo de leche, lo haras de la alegria pura y serena de los corazones muertos antes de llegar a su estio.
Haras que surja entera la antigua estrella Venus de un atomo de polvo de los corazones que mas se abrasaron en su fuego.
Y los corazones energicos, fuertes para su resistencia y para el ataque, volveran a formar el zodiaco, en que estuvieron clavados los Titanes.
En cuanto a mi, pobre grano de arena entre la multitud de los muertos, si lo tengo de imperecedero ha de brillar en el cielo de entonces,
!Que a despertar renazca de mis cenizas un astro generoso! !Que encienda en el fuego de mi juventud el Sol mas calido y claro!
Y devolviendo su primitiva llama a Sirio, vencedor de la noche, !haz revivir su purpura con toda la sangre de mi corazon!.
A LA ORILLA
Sentarse los dos a la orilla del agua que pasa y verla pasar. Si se desliza una nube en el espacio, verla, los dos, deslizarse. Si en el horizonte humea un tejado de paja, verlo humear. Si alguna flor perfuma los alrededores, perfumarse en ella también. Si nos apetece algún fruto que prueban las abejas, probarlo. Si en los bosques que lo escuchan, canta algún pájaro, escuchar.
A los pies de un sauce donde el agua murmura, oír el agua murmurar, y no sentir pasar el tiempo mientras dura ese sueño, ni poner una pasión profunda más que en adorarse.
No preocuparse de las mundanales querellas, ignorarlas. ¡Y, solos, felices sin cansarse ante todo lo que cansa, sentir, ante todo lo que pasa, no pasar el amor!
Sentarse los dos a la orilla del agua que pasa y verla pasar. Si se desliza una nube en el espacio, verla, los dos, deslizarse. Si en el horizonte humea un tejado de paja, verlo humear. Si alguna flor perfuma los alrededores, perfumarse en ella también. Si nos apetece algún fruto que prueban las abejas, probarlo. Si en los bosques que lo escuchan, canta algún pájaro, escuchar.
A los pies de un sauce donde el agua murmura, oír el agua murmurar, y no sentir pasar el tiempo mientras dura ese sueño, ni poner una pasión profunda más que en adorarse.
No preocuparse de las mundanales querellas, ignorarlas. ¡Y, solos, felices sin cansarse ante todo lo que cansa, sentir, ante todo lo que pasa, no pasar el amor!
AQUÍ ABAJO
Aquí todas las lilas en la tarde fenecen,todos los cantos de las aves pasan.¡Yo sueño con estíos que perfumaneternamente!
Aquí los labios besancon un calor muy breve.Yo sueño con besos que no terminan jamás...
Aquí a todos los hombresesclaviza la muerte,todos lloran amores o amistades.Yo sueño con lazos que perduraneternamente...
COMBATIENTES ÍNTIMOS
¿Y pasto del amor serás inerte?¿Ni voluntad bastantetienes para pugnar osado y fuertey a la insana pasión sobreponerte con ánimo arrogante.
Cual sobre el tigre el domador se asienta.Habiéndole rendido,y con mano terrífica y sangrientale mantiene postrado, ¿y le amedrenta aun después que ha mordido?
Metido él en la jaula, en sí confía,y protección no espera;nadie con él terciara en tal porfía,ni el tácito lenguaje hablar sabría con que él doma a la fiera.
Ni hay quien, en pugna tú y el apetito,te auxilie ni rescate;nadie, tú bajo el diente, oirá tu grito;vencerás o caerás, santo o precito, en singular combate.
EL BÚCARO ROTO
El vaso donde muere esta verbenaun golpe de abanico lo rompióel golpe lo debió rozar apenas,pues ni un leve ruido se advirtió.Mas no obstante, la leve rozadurafue rajando el cristal muy lentamentey con avance invisible y muy segurocompletamente roto lo dejó.
El agua ha huido, gota tras gotay el jugo de las flores se ha secado yanadie nota la leve rajaduramas no lo toquéis, está quebrado.
Así también la mano más amadarozando el corazón hace una herida;y el corazón, después, por sí se rompey la flor de un amor pierde la vida.
A los ojos del amor sigue intactopero siente crecer, tan resignadola herida cruel que lleva allá en su fondoMas no lo toquéis: ¡el búcaro roto está!
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